La publicación de posts durante esta semana está siendo algo descontrolada, ¡lo siento muchísimo! Pero tengo muchos proyectos a los que estoy dedicando tiempo que pronto os desvelaré, ¡prometido!
Hoy os traigo la ansiada receta que muchos me habéis pedido, y que TANTO me gusta desde tiempos remotos como adoradora del chocolate que soy:
¡BROWNIE CON NUECES!
Ingredientes (8 personas)
225 gr de mantequilla
200 gr de chocolate negro
150 ml de agua
300 gr de harina de repostería
275 gr de azúcar
150 gr de nata
2 huevos
4 cucharadas de leche
4 gotas de esencia de vainilla
un puñadín abundante de nueces
(cobertura)
200 gr de chocolate negro
6 cucharadas de agua
3 cucharadas de nata
100 gr de mantequilla
Elaboración
Engrasamos un molde/recipiente con mantequilla y repartimos un poquitín de pan rallado por toda la superficie hasta que se adhiera bien. He comprobado que el pan rallado consigue que los postres se despeguen con mayor facilidad que con la harina.
En otro recipiente, colocamos el chocolate, la nata, el agua y la mantequilla e introducimos en el microondas durante 3/4 minutos.
Mientras tanto, tamizamos la harina en un bol, añadimos la azúcar e incorporamos la mezcla anterior de chocolate, batiendo bien hasta conseguir una pasta homogénea.
Añadimos los huevos, la leche y las gotitas de esencia de vainilla.
Vertemos todo el contenido final en el recipiente previamente engrasado, colocando en la superficie las nueces (algo trituradas, yo lo hago directamente con las manos para que no quede tan "perfecto").
Cocemos el brownie en el horno precalentado a 190º durante 25/30 minutos (truquito para saber cuando está: introducir un palillo de dientes, cuando salga limpio: ¡LISTO!).
Mientras tanto, prepararemos la cobertura que es sencillísima también.
En un recipiente volvemos a incorporar chocolate, nata, mantequilla y agua, calentamos igualmente en el microondas durante 3/4 minutos y dejamos enfriar.
Cuando el brownie esté frío, aplicamos la cobertura por la superficie, intentando cubrir las nueces y los bordes por igual (yo me ayudé de una espátula).
Reservamos durante un par de horas en el frigorífico para que al cobertura tome consistencia y ¡a disfrutar!
Yo esta mañana, en el desayuno, lo he acompañado de un té con el que últimamente estoy obsesionada, el té Chai, en el que os hablaré en próximos posts.
¿Os ha gustado esta receta?